Macerado de Árnica

En este caso hablaremos de un aceite vegetal (procedente de un macerado) totalmente necesario cuando en la casa tenemos peques (y no tan peques): el aceite de árnica.

Los aceites vegetales se han venido utilizando desde la antigüedad y ya tenemos constancia de su utilización en civilizaciones como la egipcia, la romana y la griega. Cualquier aceite vegetal destaca por aportar a la piel los elementos necesarios para conformar su estructura, su vitalidad y su hidratación.

¿Qué debemos tener en cuenta para elegir un buen aceite vegetal que nos aporte todas sus cualidades? Son garantías de ello, la primera extracción denominada "primera prensada" y si además contiene el sello o "certificado biológico", mejor que mejor. 

Pues vamos allá: El árnica se encuentra en toda Europa, en las montañas y suelos ácidos, entre los 600 y los 2.800 metros. Florece entre mayo y julio destacando sus propiedades antiinflamatorias, antirreumáticas, astringentes y cicatrizantes. Pero sobre todo queremos destacar su capacidad para ayudarnos en el cuidado de golpes y moratones. Nos ayudará en combinación con aceites esenciales como la siempreviva, el laurel y la lavanda a controlar los derrames tras un golpe.