domingo, 5 de marzo de 2017

Vetiver, enraizamiento y serenidad

El aceite esencial de vetiver, Vetiveria zizanoides, extraído de las raíces de esta gran hierba que crece mayoritariamente en los Trópicos y Madagascar, tiene propiedades antinflamatorias, descongestivas venosas y relajante. 

Durante años, el vetiver se ha utilizado para hacer pajas de techo, alfombras, cestas y cortinas. En la India, las raíces de vetiver se secan y luego se tejen para hacer cortinas; estas cortinas enfrían el aire que entra por la ventana, por lo que en los meses de verano las habitaciones son frescas.

Las principales familias bioquímicas activas en este aceite esencial son los sesquiterpenos y sesquiterpenoles. 

Su olor terroso, leñoso y amaderado acompañan al color ámbar- marrón de su aceite esencial. Tiene propiedades antinflamatorias, especialmente indicado en caso de neuralgias, inflamaciones de la piel y problemas cardiovasculares (insuficiencia coronaria, palpitaciones...). Ayuda a regenerar la piel y estimula la microcirculación cutánea, además de ser descongestivo venoso (hemorroides, varices). 


Potencia y estimula nuestro sistema inmunitario y endocrino: