domingo, 9 de noviembre de 2014

El cuerpo, altavoz de nuestras necesidades

No recuerdo exactamente la fuente de este texto, pero el otro día la recuperé en una conversación y ¡no está mal escuchar a nuestro cuerpo!

El resfrío se seca cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta obstruye cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las broncas no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
El corazón desiste cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el perfeccionismo se vuelve intolerable.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Las enseñanzas a través de los sueños

Hay algo consustancial al día y es la noche. Momento en que solemos descansar, dormir y reponer fuerzas. Y a pesar o además de ese reposo, seguimos con la actividad a través de nuestros sueños. Según dicen, todas las noches soñamos, todas, aunque no siempre recordemos lo que soñamos o no siempre nos dejemos recordar lo que hemos soñado.


Los sueños nos hablan de nuestras ilusiones, de nuestros temores, de nuestros proyectos, de nuestras aspiraciones, de nuestros deseos,... nos hablan en definitiva de nuestro inconsciente, de nuestro interior, de nuestra realidad personal. Son una vía y un camino que nos aporta muchas pistas y de los que podemos extraer muchos datos para comprender el pasado, vivir el presente e incluso reconocer lo que anhelamos para el futuro. 

domingo, 2 de noviembre de 2014

Aceptando y sintiendo nuestro propio otoño

Esta semana por nuestras tierras parece que se ha notado ligeramente la llegada del otoño, tanto en una bajada de las temperaturas como en el cambio que lentamente se está produciendo en el paisaje. Incluso ha aparecido la lluvia, bendita lluvia que ayuda a a limpiar, a oxigenar, a dar vida y a alimentar a la Madre Tierra. Aunque llevamos dos meses en esta estación, ha sido ahora cuando han empezado a caer las hojas, cuando el paisaje se está tornando más amarillo, marrón y naranja.

 Desde que recuerdo, mi estación favorita ha sido la primavera: sin el calor tan intenso del verano, pero sin la necesidad de tanto abrigo como el invierno y pudiendo disfrutar de días más largas, de salidas al aire libre. Pero a pesar de eso, siento los últimos otoños son diferentes. Que no son simplemente algo que tenga que pasar.