sábado, 20 de diciembre de 2014

Solsticio de invierno, renacimiento y renovación

Para muchas personas de diferentes tradiciones religiosas o espirituales, la época y los días cercanos al solsticio de invierno, son momentos de reunión con familia, seres queridos, amigos... Sea cual sea la creencia, son días llenos de magia, centrados en el renacimiento y la renovación, como el sol hace su camino de regreso a la Tierra. Es un punto de inflexión, marcando el día más corto del año, cuando las horas de luz del día están en su mínimo y al mismo tiempo, señalando el nuevo aumento hasta que llegado el solsticio de verano, la oscuridad vuelva a crecer una vez más. 


En las tradiciones nórdicas, el solsticio de invierno se asocia a Yule, el ciclo del año que coincide con la siembra del año, la noche más larga y el día más corto, donde la diosa que había permanecido más oculta se vuelve una vez más la Gran Madre y da a Luz al nievo Rey Sol. Como se explica de un modo más poético sobre esta noche más larga del invierno, "la noche oscura de nuestras almas, que de nuevo brota la chispa de la esperanza, el Fuego Sagrado, la Luz del Mundo".