miércoles, 14 de septiembre de 2016

Siempreviva, el aceite esencial antihematoma por excelencia

La Siempreviva, Helycrisum italicum, es una planta típicamente mediterránea de unos 50 cm. de altura máxima que puede crecer en terrenos áridos. Presenta múltiples flores, como la manzanilla, de la misma familia de las compuestas.

Para la extracción del aceite esencial de Helycrisum italicum, se emplean las sumidas floridas ofreciendo un aceite raro, precioso y excepcional en propiedades. De gran eficacia y rapidez de acción, siendo indispensable en la botica casera por sus grandes capacidades y obrar "milagros". A pesar de que el precio es algo más elevado que el de otros aceites esenciales, merece la pena la inversión. Normalmente, 1 tonelada de sumidas floridas ofrecen 1 litro de aceite esencial. Pero ciertos años, 1 tonelada rinde tan sólo 10 mililitros.



Los ramos de sus flores, cuando se han secado, se conservan durante mucho tiempo, como dice su nombre "siempreviva", inmortal: (helios- sol, chrysos- oro). Es una planta que necesita una exposición a pleno sol. Se cultiva mucho para arreglos de flor seca. Para conseguirlas, debemos cortarlas antes de estar totalmente abiertas, colocarlas en una habitación oscura y aireada, se cuelgan cabeza abajo, de esta manera podremos preservar los colores. En general son plantas resistentes a las plagas, pero sólo le temen al exceso de humedad.

En la composición bioquímica del aceite esencial destacan el acetato de nerilo y las cetonas italdionas.

Entre sus propiedades:
-Antihematoma excepcional.
-Acción antiflebítica, fibrinolítica (destruye los coágulos sanguíneos) y tónico de la circulación arterial.
-Antiespasmódico, antiálgico y antiinflamatorio.
-Cicatrizante cutáneo.
-Mucolítico, anticatarral y expectorante.
-Estimula el hígado y el páncreas.
-Disminuye la tasa de colesterol y la presión arterial.
-Útil en las prostatitis congestivas.

Si el hematoma es reciente, podemos aplicar el aceite esencial 5 veces por día sobre la zona golpeada. Si el hematoma es antiguo al empezar el tratamiento con la siempreviva, el tratamiento deberá ser más prolongado. En este caso, se requerirá aplicar unas 3 veces al día durante un período más prolongado, puede que incluso 1-2 meses.
Si el hematoma es de pequeño tamaño, en un cuentagotas mezclamos aceite esencial de siempreviva y laurel noble, de las cuales aplicaremos 4-6 gotas sobre la zona. El primer día hasta en 5 ocasiones, y hasta su desaparición en días posteriores 3 veces al día.
Si el hematoma es de gran tamaño, con los mismos aceites esenciales: siempreviva y laurel noble, los mezclamos a partes iguales con un macerado de árnica. Y aplicaremos hasta cubrir la zona, 4 o 6 veces al día. 


Las vías más frecuentes de uso son la cutánea y la oral. No debe confundirse con el helicriso de Yugoslavia o de los Balcanes, helycrisum angustifolium, ni el que se importa de Madasgacar, helycrisum bracteiferum-gymnocephalum.

Robbie Zeck, en su libro "Aromaterapia para la curación", recomienda esta afirmación cuando usamos el aceite esencial de siempreviva a nivel energético: "la adaptación genera movimiento y flujo". Explica que cuando nos sentimos atados de pies y manos por dentro y no podemos dejar de pensar, el aroma cálido de la siempreviva alivia la tensión que generan los pensamientos en círculo. Recomienda ser flexibles en nuestra conducta para encaminarnos hacia la tranquilidad, la adaptabilidad y la satisfacción. Asimismo, cuando nos hieren o nos sentimos heridos, la siempreviva nos alivia las magulladuras y reduce la inflamación que sentimos. 

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