domingo, 19 de junio de 2016

Aromaterapia para las patologías circulatorias

Cuando hablamos de "mala circulación", en términos médicos insuficiencia venosa, nos referimos a cualquier alteración o patología relacionada con las venas. Es muy importante tomar medidas desde los primeros síntomas de dolores, malestar o sensación de picor en las piernas...  para iniciar los cuidados desde el primer estadio. De lo contrario, el riesgo se puede agravar y manifestar otros síntomas como edemas, malestar nocturno, varices, úlceras, piernas inquietas, flebitis... 




Algunas recomendaciones generales en estos casos: 

-Evita a toda costa el calor excesivo que dilata las venas. Los países tropicales son un destino a evitar en casos graves.
-La ropa debe ser amplia y no dificultar la circulación. 

-No son adecuados los zapatos planos ni con demasiado tacón: unos 3-5 cm. de elevación sería la mejor opción. 
-La natación y el aquagym son las actividades más indicadas. Realizar un par de sesiones o tres como mínimo, a la semana. Andar e ir en bicicleta también serían ejercicios complementarios a estos acuáticos.
-Mantén un peso equilibrado pues el sobrepeso agrava el malestar y las patologías asociadas.
-Realiza duchas con agua fría desde los tobillos hacia las caderas, en sentido ascendente. 
-No cruces las piernas cuando estés sentado.
-Bebe suficiente agua. La deshidratación "espesa" la sangre que circula con mayor dificultad. 
-Evita el tabaco.

Lo ideal, mantener una consulta con un médico aromaterapeuta o especialista en la materia, que pueda conocer nuestro historial para abordar lo que requiere nuestra situación personal. Aquí solo presentamos algunas recomendaciones generales de cómo podemos realizar un primer abordaje, que no sustituye a la consulta con el médico. 

La primera de las propuestas es un aceite de masaje con aceites esenciales y vegetales. Para elaborar 30 ml. combinaremos: 

-3 ml. ae lentisco, Pistacia lentiscus. Rico en sesquiterpenos (cadineno, felandreno) y terpenos (alfapineno, beta mirceno, terpineno). Es el aceite esencial de primera elección para estas cuestiones: para todas las congestiones ya sean venosas, linfáticas o incluso de próstata. Para las varices, hemorroides y piernas dolorosas asociadas a patologías circulatorias, es el aceite esencial de nuestro botiquín con unas cualidades inigualables. Flebotónico, nos ayudará con la circulación de retorno. 

- 3 ml. ae menta piperita, Mentha piperita. La historia de la meta es antiquísima, de hecho en el Papiro de Eberd, uno de los textos médicos más antiguos ya se cita como "un calmante para el estómago". Rica en alcoholes (mentol, piperitol) y cetonas (mentona, pulegona).  Entre sus propiedades encontramos: descongestivo del hígado, estimulante del páncreas, colagogo y colerético, ayuda a las digestiones, antiespasmódico, antiinflamatorio urinario e intestinal, refrescante, antiálgico, anestesiante.  (No indicado para bebés, embarazadas, personas sistema nervioso debilitado). 


-3 ml. ae niauli, Melaleuca quinquenervia. Rico en óxidos terpénicos, alcoholes y sesquiterpenoles. Destaca por ser altamente eficaz en afecciones cutáneas como herpes, varicela... así como en la protección contra las radiaciones. En este caso, lo escogemos por su propiedad como antidesongestivo venoso, tanto para varices como hemorroides. 


-3 ml. ae enebro. Juniperus communis. Descongestivo de la pequeña circulación y venoso, favorece la circulación, flebotónico. Activa la circulación sanguínea y linfática. 

-3 ml. ciprés de Provenza, Cupressus sempervirens. Desacan los monoterpenos (alfa pineno, delta 3 carneno, sabineno) y los sesquiterpenos (delta carnineno, alfa cedreno) en su composición. Responde rápidamente a cualquier congestión: aquellas localizadas en pequeñas zonas como en el síndrome premenstrual o menstruación, o en otras como la próstata, venosa, linfática, urinaria... Antiedema de los miembros inferiores, favorece la circulación en general: hemorroides, cuperosis...  Desaconsejado en embarazo, lactancia, así como en caso de fibroma hormonodependiente. 

-15 ml. av calófilo, Calophyllum inophylum. El aceite vegetal de elección y soporte base para cualquier sinergia en la que necesitemos favorecer la circulación y fluidificar la sangre. Indispensable para los tratamientos de varices, hemorroides, flebitis superficiales, cuperosis y otros "accidentes circulatorios". Facilita el drenaje linfático y es un gran descongestivo. 

Aplicaremos la mezcla de los aceites esenciales y vegetales con un masaje en sentido ascendente desde los tobillos hacia las ingles, al menos unas 3 veces al día. Si es posible, una de las aplicaciones tras las duchas con agua fría. 

Podemos complementar este aceite de masaje, con un tratamiento con hidrolaterapia. En este caso, escogeremos el hidrolato de ciprés, Cupressus sempervirens, puesto que igual que su aceite esencial, es uno de los destacados en su acción descongestiva y regeneradora del sistema venoso y linfático. Nuestra propuesta es ingerir dos cucharadas soperas de este hidrolato: una por la mañana y otra al mediodía. Se puede diluir la cucharada del hidrolato de ciprés en un vaso de agua. 

*Recuerde si es necesario consultar a un médico aromaterapeuta o aromaterapeuta. 

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