Hay algo consustancial al día y es la noche. Momento
en que solemos descansar, dormir y reponer fuerzas. Y a pesar o además de
ese reposo, seguimos con la actividad a través de nuestros sueños. Según dicen, todas
las noches soñamos, todas, aunque no siempre recordemos lo que
soñamos o no siempre nos dejemos recordar lo que hemos soñado.
Los sueños nos hablan de nuestras ilusiones, de nuestros
temores, de nuestros proyectos, de nuestras aspiraciones, de nuestros
deseos,... nos hablan en definitiva de nuestro inconsciente, de nuestro
interior, de nuestra realidad personal. Son una vía y un camino que
nos aporta muchas pistas y de los que podemos extraer muchos datos para
comprender el pasado, vivir el presente e incluso reconocer lo que anhelamos
para el futuro.