Una alimentación sana, evitar en la medida de lo que se pueda el consumo de excitantes como el café, el tabaco, y el alcohol, reducir o eliminar el consumo de grasa, fritos y azucares rápidos, ejercicio físico de forma regular, tratamientos estéticos como el drenaje linfático, terminar la ducha con chorros de agua fría en extremidades inferiores de abajo a arriba y utilizar calzado cómodo que amortigüe los golpes serían algunas de las recomendaciones.
Utilizar geles de frío y circulatorios antes de acostarse haciendo un ligero masaje de abajo arriba y luego dejando reposar las piernas un poco elevadas, también sería uno de los hábitos que favorecerían aliviar este síndrome.
Siempre consultar al médico o especialista sobre el proceso y los síntomas que sentimos. Esta propuesta es muy sencilla de realizar y puede ser un producto de cuidado diario para la época estival.