miércoles, 31 de mayo de 2017

Maravilloso hipérico

Hipérico, Hierba de San Juan, Hypericum perforatum. Una maravillosa planta que podemos encontrar en la zona donde vivimos y así preparar nuestros macerados, que serán la base para ungüentos, mantecas, cremas...  El hipérico es una planta de la familia de las hipericáceas con hojas ovales y flores amarillas que suele florecer a mediados de junio, de ahí su asociación como Hierba de San Juan (24 de junio).

Una de las características fundamentales de esta planta es que si realizamos un macerado, el color de este será rojo. En las tradiciones populares se decía que el color rojo simbolizaba la sangre de Cristo. Otras que la planta había nacido de la sangre que derramó Juan Bautista cuando lo decapitaron. Empleada en la antigüedad en Grecia y Roma, así como en la Edad Media, constituye un macerado vegetal que no debiera faltar en ningún botiquín natural.



Los principios activos más interesantes desde el punto de vista farmacéutico son la hipericina, la pseudohipericina, la hiperforina, flavonoides, xantonas y taninos. Habitualmente se ha utilizado para el cuidado de pieles secas, escamadas, así como para dolores musculares, quemaduras y para ayudar en el proceso de cicatrización. En estos casos, el uso sería vía tópica del macerado de la planta.

Podemos emplearlo como base para los masajes antidolor, antiinflamatorios y descongestivos (síndrome premenstural, agujetas, golpes...). 

Por su parte Dominique Baudoux habla de este macerado como "aceite rojo", con un gran interés por sus propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias, descongestivas y analgésicas. Lo recomienda "en pieles frágiles y favorece los procesos implicados en la regeneración cutánea". De esta forma, será de gran utilidad tras la exposición solar, así como para favorecer el retorno venoso. 

Como encontramos en el libro "Farmacia Verde", para determinar la eficacia de los preparados de hierba de San Juan en el tratamiento de