Durante años, el vetiver se ha utilizado para hacer pajas de techo, alfombras, cestas y cortinas. En la India, las raíces de vetiver se secan y luego se tejen para hacer cortinas; estas cortinas enfrían el aire que entra por la ventana, por lo que en los meses de verano las habitaciones son frescas.

Su olor terroso, leñoso y amaderado acompañan al color ámbar- marrón de su aceite esencial. Tiene propiedades antinflamatorias, especialmente indicado en caso de neuralgias, inflamaciones de la piel y problemas cardiovasculares (insuficiencia coronaria, palpitaciones...). Ayuda a regenerar la piel y estimula la microcirculación cutánea, además de ser descongestivo venoso (hemorroides, varices).
Potencia y estimula nuestro sistema inmunitario y endocrino: