Hemos entrado en la estación del otoño celebrando el equinoccio de otoño y el sabat Mabon de la tradición celta. Un
día en el que se iguala la luz y la oscuridad, la noche y el día. A partir de
hoy, la oscuridad tendrá más espacio que la luz del sol. Los días se tornarán
cada vez más cortos, cada vez más fríos, los animales comienzan a guardar
su alimento para prepararse para los meses fríos.
Aunque es cierto que las temperaturas por aquí aún son propias más del
verano, la tímida lluvia y los cielos grises del último día, han permitido
sentir que estamos entrando en un nuevo ciclo de la naturaleza. Podemos ver
esta fecha del equinoccio y de Mabon como un momento "para
dar gracias por los frutos que la tierra nos ha concedido en los meses
anteriores y el reconocimiento de la necesidad de compartirlos ante los meses
inviernales que vendrán".