El verano nos vincula con los aromas cítricos por su olor, su color, su frescura, su alegría... Pero es cierto, que es cuando mayor cuidado debemos también tener con las esencias de cítricos y algunos aceites esenciales por ser fotosensibilizantes.
El cuidado facial y corporal debe ser diario, y además hay ciertas "rutinas" que deberíamos emplear al menos una vez por semana para complementar ese cuidado. La exfoliación es uno de esos procesos que debemos realizar semanalmente, para facilitar la renovación celular de la piel mediante la eliminación de las células muertas de la epidermis. En este caso, optamos por una exfoliación mecánica y una receta sencilla pero muy efectiva. De hecho, el polvo del hueso de la aceituna, que es el que vamos a emplear, es uno de mis preferidos. Vamos a necesitar la elaboración de unos 50 gr.:
-Aceite vegetal de albaricoque, Prunus armeniaca. 6´6 gr.
-Aceite vegetal de borraja, Borago officinalis. 6´1 gr.
-Olivem 1000. 3´5 gr.
-Hidrolato de Verbena exótica, Lippia citriodora. 22´3 gr.
-Exfoliante hueso de aceituna, 4´4 gr.