Está compuesto por 9 aceites vegetales:
-Argán. Empleado desde hace siglos por la civilización marroquí, destaca por tener una textura muy fina, una auténtica joya de la cosmética que regenera la piel y restaura el manto hidrolipídico que la protege. Es uno de los mejores tratamientos antienvejecimiento, nutriendo la piel, procurándole energía y brillo, así como aportando los elementos estructurales de las células de la epidermis.
-Rosa Mosqueta. Contiene un 80% de ácidos grasos polinsaturados, de los cuales un 44% es ácido linoleico y un 36% ácido malfa-linolénico, imprescindibles para la regeneración celular y el mantenimiento de la flexibilidad de las paredes celulares. Favorece la síntesis de colágeno y la presencia de células jóvenes, así como participa en la prevención de las arrugas.
-Jojoba. Equilibra la acidez de la piel y mejora el aspecto de la piel grasa y mixta, además de revitalizar la piel seca. Verdadera joya de los incas, ningún otro consigue tanta flexibilidad y elasticidad en la piel.
-Camelia. Utilizado durante mucho tiempo como un aceite de belleza por los japoneses, aporta protección y penetra muy fácilmente. En su composición destaca fundamentalmente los ácidos grasos monoinsaturados: ácido oleico (omega-9). Los ácidos grasos omega 9 son la fuente más abundante de ácidos grasos monoinsaturados de cadena larga en nuestro cuerpo. Muy nutritivo para la piel, hace que sea más flexible, más suave y más radiante.
