La salud bucodental forma parte imprescindible de la higiene diaria. Independientemente de la forma que empleemos para limpiarlos: pasta dentífrica convencional, pasta casera... (os invito a que sobre este tema leáis el siguiente artículo), podemos aportar un extra de cuidado con varios aceites esenciales. Os comparto el que he elaborado yo en esta ocasión.
Escoge un frasco de vidrio opaco para que la calidad de los aceites esenciales no se vea afectada por la luz. El mío es de 15 ml., pero aquel que tengas a mano será útil. Te facilitará la labor y empleo posterior si tiene tapón con gotero o cuentagotas.
Para estos 15 ml. y crear la mezcla he necesitado lo siguiente:
-Aceite esencial de clavo, Eugenia caryophyllus: 1´5 ml. Este aceite esencial es anti-infeccioso de amplio espectro, es decir antibacteriano, antiviral, antiparasitario y antifúngico. Por su contenido en eugenol, reservamos de forma inicial la proporción de este aceite esencial a un 10% del total.
-Aceite esencial de árbol de té, Melaleuca alternifolia : 6 ml. Potente antiviral y antibacteriano.