El fin de un año, 2016, y la entrada de otro, 2017, en primer lugar marcan un cambio de etapa que se remarca por la vibración de los números del año. En el año 2016 vibrábamos con el número 9 y 18, lo que comportaba una serie de grandes movimientos energéticos globales relacionados con estos dos números, que comentamos en su momento y que se han visto refrendados a lo largo de estos meses. Con el 2017, la vibración numérica se centra a nivel global en los números 1 y 10, aunque el 19 también estará presente, desde la perspectiva cabalística y numérica desde la que os hablo. Dentro de unos días os indicaré algunas reflexiones sobre este año que empezamos.
Pero si un cambio de Año ya marca un cambio vibratorio y energético, este año además, finalizamos un ciclo de diez años, por lo que si cabe, aún es más importante la presencia y consciencia con que vivimos estos días previos y preparamos la llegada del siguiente. Algunas ideas en las que podemos sentirnos y centrarnos estos días:
