-Espliego macho, Lavandula spica. Rico en óxidos, alcoholes monoterpenoles y monoterpenos, además de cetonas. El aceite esencial de elección ante mordeduras de animales venenosos como serpientes, y de todo tipo de picaduras animales: avispas, escorpiones, medusas, arañas... Además, será de gran utilidad ante quemaduras, llagas, úlceras. Y por si fuera poco también destaca por ser antálgico en caso de dolor dental, migrañas,...; un excelente fungicida a nivel cutáneo (pie de atleta) y ginecológico (Candida albicans), estimulante inmunitario, antibacteriano (estafilococos) y en caso de dolores articulares y/o musculares (calambres, artritis, artrosis...).
-Siempreviva amarilla, Helicrysum italicum. Especiaslista en tratar los golpes, las caídas, el gran antihematona y para todos los trastornos de la circulación sanguínea. Cicatrizante cutáneo, antiespasmódico y antiinflamatorio. En caso de catarro es mucolítico y expectorante. Uno de los básicos ante los pequeños accidentes de los pequeños y grandes de la casa. Podemos emplearlos en combinación con menta piperita o laurel para calmar el dolor si el golpe o contusión ha sido muy intenso.
-Palo de Ho, Cinnamomum camphora qt. linalol. Rico en linalol es el que vamos a emplear para el cuidado de la piel: desde el eccema hasta el acné, pasando por las quemaduras (en combinación con espliego macho), o calmar alguna pequeña irritación o inflamación. Complemento ideal para nuestras cremas o sérums faciales. Además ayuda a equilibrar el sistema inmunitario y en procesos respiratorios.
-Arbol de té, Melaleuca alternifolia. Uno de los aceites esenciales más versátiles para todas las afecciones bacterianas y virales, así como un gran antiparasitario y antimicótico, cualquiera que sea la localización. Antiinfeccioso polivalente, antibacteriano "de amplio espectro", es activo frente a un gran número de microbios, virus, parásitos y hongos. Destaca también por ser descongestivo venoso y linfático, y podremos emplearlo también en nuestra higiene bucal.
