El mes de septiembre es especial. Tras unas semanas de descanso es momento de retomar nuestras tareas habituales, que los pequeños de la casa se reencuentren con los amigos del colegio, iniciar nuevas actividades o formaciones,... Ese regreso que para unos puede ser de alegría y de ilusión por el curso que se presenta, para algunos se hace algo más duro, quizás por las circunstancias que giran en torno a la vuelta: horarios, exigencias laborales, presión, o cualquier otro motivo.
Incluso a veces, por mucha ilusión que tengamos, parece que nuestro cuerpo no nos acompañe, que nos pide más horas de descanso, un tiempo más prolongado para ajustarse de nuevo al ritmo del curso, que nos faltan "las pilas".
Para esos casos, es muy útil que podamos contar con los aceites esenciales puesto que cuando los inhalamos, generan una reacción a través del bulbo olfatorio y de los epitelios en nuestro sistema límbico: directamente, sin filtros racionales. Con el gesto tan sencillo de oler un aceite esencial, podemos generar que nuestro cuerpo y nuestro estado de ánimo se encuentren más equilibrados, más animados, más serenos, más tranquilos... dependiendo del aceite esencial escogido.
Para el mes de septiembre, en esos casos en que podamos sentirnos con cierta añoranza de los días de vacaciones, con pocas ganas e ilusión por el día que se nos presenta o que necesitamos un "plus" de energía física, la propuesta que os hago es la siguiente: