-Macerado caléndula, Caléndula officinalis oil, gran antiinflamatorio, recomendado para pieles sensibles, irritadas o con cuperosis. Ayuda a reconstruir la epidermis dañada. Es rica en flavonoides, triterpenos y ácido salicílico. Procedente de un macerado, en este caso la base es un aceite vegetal de macadamia, Macadamia integrifolia.
-Jojoba, Simmondsia chinensis oil, adecuado para pieles grasas y mixtas, gran antiedad y antiacné.
-Hidrolato de manzanilla, Chamaemelum nobilis, especialmente útil en casos de inflamación de diversa procedencia.
-Aceite esencial jara, Cistus ladaniferus. Participa en el equilibrio del sistema nervioso y en la regeneración celular de la piel. Como explica Dominique Baudoux: "destinado a problemas particulares, aquellos en los que solo los aceites esenciales excepcionales podrán responder a las expectativas del usuario. Aceite raro y precioso, con "grandes obras" de reparación de la piel".
-Aceite esencial palo de Ho, Cinnamomum camphora qt. linalol. Un aceite esencial relevante para tejido cutáneo estresado, desde el acné hasta eccemas, y para cualquier tipo de piel.
Para la elaboración de unos 50 gr.:
-6 gr. aceite vegetal caléndula
-8 gr. jojoba
-27 gr. hidrolato manzanilla
-3´25 gr. de emulsionante. En este caso he empleado una combinación de MF y VE. Una delicia de textura con una absorción muy buena y sin rastro graso.
-5 gr. factor protector solar. Como ya empiezan a apuntar días soleados, hemos incorporado ya filtro solar a esta crema.
-0´3 gr. conservante
-0´5 ml. jara
-1 ml. palo de Ho
Además de esta crema diaria, se está complementando el proceso con la ingesta de aceite de argán en cápsulas. El avance en apenas diez días ha sido muy positivo, ¡estamos muy satisfechas!
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