Apostar por la cosmética econatural como medida de salud integral. La cosmética y en concreto el maquillaje han formado parte de las sociedades humanas desde que existe lo que llamamos cultura y cada sociedad ha tenido un gusto por el maquillaje diferente dependiendo del ideal de belleza en vigor en cada momento histórico y del gusto de cada sociedad.
Durante el siglo XX la industria de la cosmética fue uno de los sectores que más creció a nivel mundial y desde entonces ha convertido su productos en artículos muy baratos y de uso cotidiano que llenan los estantes de nuestros baños y tocadores. El problema de esta expansión es que se ha basado en la producción de sustancias sintéticas, de la mayoría de las cuales se desconoce su efecto sobre nuestra salud.
Durante el siglo XX la industria de la cosmética fue uno de los sectores que más creció a nivel mundial y desde entonces ha convertido su productos en artículos muy baratos y de uso cotidiano que llenan los estantes de nuestros baños y tocadores. El problema de esta expansión es que se ha basado en la producción de sustancias sintéticas, de la mayoría de las cuales se desconoce su efecto sobre nuestra salud.
La piel es en realidad el órgano más grande del cuerpo, con una superficie de más de 1.8 metros. En realidad, constituye alrededor del 16 por ciento de su peso corporal total. La piel se compone de tres capas. La epidermis es la capa más externa, o la capa que se puede ver y tocar. La dermis es la capa debajo de la epidermis. Está justo debajo de la epidermis y contiene terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos y glándulas sebáceas y sudoríparas. La dermis también sostiene colágeno y elástica, las proteínas que mantienen la piel firme y fuerte. Por último, está la capa subcutánea, que se compone principalmente de grasa. Cada capa de la piel lleva a cabo funciones específicas que ayudan a cubrir y proteger el cuerpo, regula la temperatura corporal y proporciona el sentido del tacto.
Los ingredientes procedentes de la industria petroquímica como vaselinas, parafinas, aceites y ceras minerales, están presentes en la mayoría de productos cosméticos y de belleza, que encontramos en las tiendas. Normalmente forman parte de la fase oleosa y se utilizan porque son muy baratos. No nutren la piel como lo hacen los aceites vegetales en la cosmética natural, dan una consistencia grasa al producto e impiden que el agua se evapore. El problema es que no nutren la piel y se desconoce cuál es su efecto a largo plazo en las aplicaciones cotidianas que realizamos de todo tipo de productos que los contienen: desodorantes, dentífricos, jabones, maquillajes, cremas faciales y corporales, champús, geles…
Como explican en Red Ecoestética, hoy en día existen en uso unas 100.000 sustancias químicas de las que solo del 25% se conoce algo de su toxicidad y de menos del 10% se conoce realmente su toxicidad. Existen estudios científicos sobre la eficacia de cosméticos sencillos con 4 o 5 ingredientes, pero incluso de aceites vegetales aislados con algún aceite esencial. ¿Por qué, entonces, reconocidas marcas sofisticadas y de lujo se empeñan en hacer fórmulas tan complejas? Tienen tantos ingredientes que ya ni caben en la etiqueta y los tienen que indicar a parte.
Una adecuada higiene, hidratación con productos de calidad y algún complemento cosmético puntual, será suficiente, porque todo esto debe realizarse a la par con una buena nutrición interna, es decir, una alimentación saludable así como unos hábitos de vida equilibrados.
Cuando hablamos de cosméticos naturales queremos significar que el principio activo es natural y muchas veces se cae en la confusión de creer que todo lo natural es vegetal, pero también se utilizan productos de origen mineral como los óxidos, la arcilla… y animal como la miel, jalea real, propoleo... Los principales ingredientes son los aceites vegetales, mantecas, aceites esenciales, hidrolatos, ceras y emulsionantes vegetales, así como otros activos derivados de plantas, flores, frutos,…
El cuidado de la piel con productos de primera calidad es imprescindible para mantener su salud. Para considerar que un producto es natural debe incluir principalmente sustancias naturales, también se permiten sustancias de origen natural y, en menor proporción, sustancias semi-naturales. Las sustancias semi-naturales son aquellas que se obtienen por reacciones químicas básicas con sustancias naturales (hidrólisis, esterificación, biotecnología…).
Si requiere de un asesoramiento en esta materia, somos especialistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario