domingo, 17 de diciembre de 2017

Celebrando el solsticio de invierno

Se nos presentan unos días con una gran oportunidad para celebrar el ciclo de la Vida. Con el solsticio de invierno, la propia naturaleza nos recuerda el ritmo de crecimiento y de-crecimiento necesario para la evolución: igual que el Sol ha ido cada vez teniendo menos presencia hasta llegar al día de mayor oscuridad, poco a poco, después empezará a aumentar sus minutos diarios. Aun cuando durante los meses más fríos parece que la oscuridad invita al cese de toda actividad, la naturaleza en su interior, sigue haciendo camino silencioso para ofrecer las señales de nueva Vida en la primavera, y recoger los frutos en verano. 

Quizás es momento de conectar con ese ritmo que la Naturaleza nos muestra año tras año, recordándonos donde se encuentra la marcha adecuada para acompasar nuestro camino. Es momento de tener encuentros personales de conexión con nuestra propia oscuridad, nuestras propias sombras, nuestro silencio tan revelador...Es tiempo de escucharnos y no temer ante la escasez de Luz porque en la oscuridad, en el recogimiento podemos encontrar respuestas muy sanadoras para los meses venideros. Y parece contradictorio que en el exterior durante estas semanas la sociedad invite a la fiesta, a las reuniones, a los cantos, a las luces por todos sitios,... 


Pero no lo es. Siéntelo de otra forma. Las tradiciones antiguas en esta época celebraban el día más corto del año, recordando y manteniéndose en la Esperanza de que el Sol recobraría su presencia y con él resurgiría también la Vida externa de la naturaleza. Posiblemente llegados a este mes, ya habían gastado parte de lo guardado durante el tiempo de cosecha para su alimentación y la de sus animales en los meses fríos, y en las reuniones que celebraban durante el solsticio era un buen momento para poder ayudar a las familias de la tribu que quizás no habían tenido una buena cosecha o tenían alguna necesidad. 

Honra las celebraciones actuales
como esos encuentros que tenían nuestros antepasados para celebrar que siempre tras la Oscuridad vendrá la Luz, que tras los momentos duros siempre aparecerá la Esperanza de un nuevo camino, que nuestra familia-tribu si nos necesita cuenta con nosotros... Las circunstancias son diferentes a las de hace siglos cuando la auténtica veneración era hacia la Naturaleza, pero la Esencia de esta celebración si tú lo deseas puede ser la misma. 

Ese tiempo de recogimiento al que nos invita el invierno y el solsticio no tiene por qué estar reñido con la celebración. Siente la llama y la felicidad de la celebración del renacimiento del Sol, y al mismo tiempo busca momentos de conexión con la oscuridad para que ella misma te pueda decir qué cosas debes dejar de cargar, qué personas deben tener otro tipo de encuentro contigo, qué experiencias dejas salir para que entren nuevas... Y así, con la Vida exterior más pausada, pero una gran actividad interior, permitirás que la primavera traiga nuevas experiencias. 

Te invito a que desde el día 21 de diciembre al 6 de enero, tengas al menos 10 minutos diarios de meditación, conexión, visualización... Ofrécete este regalo. La propuesta que me surge en esta ocasión es la siguiente: 10 gotas aceite esencial ciprés, 15 gotas aceite esencial incienso de la India, 15 gotas esencia naranjo dulce, en 9 ml. de aceite vegetal. Puedes inhalar su aroma antes de esos minutos de reflexión personal. 

*La información presente en esta entrada es una propuesta. Realice siempre una prueba cutánea en el pliegue del codo para valorar la tolerancia y/o posibles reacciones.
 ** En el caso de recetas cosméticas, la realización, aplicación y posibles efectos es responsabilidad del usuario y no está destinado en ningún momento a un fin comercial ni de venta al público sin cumplir las preceptivas normativas legales cosméticas.
 ***Estas recomendaciones no sustituyen la consulta al médico o especialista si así se requiere. ****Emplee siempre aceites esenciales y vegetales de calidad. No superar la dosis recomendada y siempre consultar con un especialista en aromaterapia si presenta cualquier enfermedad o patología. *****No emplear embarazadas, lactantes ni niños menores de 12 años (consultar previamente).

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