Si se ingiere, el litotamo presenta una alta biodisponibilidad. Contiene principalmente minerales, oligoelementos, así como un pequeño porcentaje de aminoácidos, ácido aspártico y glutámico y alginatos, en traza.
En este enlace podéis encontrar un artículo para profundizar:
Abonar con algas: el lithothamme.
En cosmética, el alga litotamo que se presenta como un polvo fino, es de utilidad como exfoliante suave, por lo que permite eliminar las células muertas y las impurezas de la piel. Además, por su composición, podemos escogerlos para elaborar pasta dentífrica, por ejemplo, gracias a su contenido en minerales.
Nosotros en esta ocasión hemos optado por incorporarla en una mascarilla facial, para proporcionarle un cuidado tras toda la semana de trabajo, purificarla y otorgarle una ligera exfoliación también al retirarla.
Las mascarillas son elaboraciones muy sencillas, que podemos realizar en no más de 5 minutos y que nos otorgan resultados óptimos. Nuestra elección:
-Arcilla verde
-Litotamo
-Hidrolato jara
-Aceite vegetal de pepita de uva
-2 gotas de aceite esencial de niauli, Melaleuca quinquenervia
Tan sólo tenemos que mezclar primero la arcilla verde y el litotamo. En este caso he empleado una cucharada grande arcilla y una pequeña de litotamo. E ir incorporando el hidrolato hasta que logremos la consistencia adecuada: suficientemente espesa para que no gotee pero que la podamos aplicar cómodamente. En una cuchara pequeña ponemos el aceite vegetal y el aceite esencial. Mezclamos e incorporamos a la base.
Ya sólo queda aplicar sobre el rostro y dejar actuar unos 10-12 minutos en los que trataremos de estar relajadas, con alguna música suave que nos guste. Y retiramos con agua tibia.
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