lunes, 3 de octubre de 2016

Ravintsara, nuestro aliado en otoño

El aceite esencial de Ravintsara, Connamomum camphora cineoliferum,  es uno de los imprescindibles para nuestro botiquín de otoño-invierno puesto que sus especialidades son la prevención y tratamiento de epidemias del área otorrinolaríngea: anginas, gripe, gripe aviar..., el sistema inmunitario débil y la fatiga nerviosa y psíquica.

A nivel bioquímico, destaca por los óxidos terpénicos (1´8 cineole), los alcoholes terpénicos (terpineol) y los terpenos (pineno). Originario de Madagascar, su nombre significa "hoja buena para todo" o "árbol de buenas hojas". Para los habitantes de la isla, es la panacea para tratar muchas dolencias del cuerpo y del espíritu por su potencial antivírico excepcional. 

Su actividad antiviral, hacen que pocos virus puedan resistir, aún más si lo asociamos creando sinergia con eucalipto radiata o laurel. Su aceite esencial se extrae de las hojas por destilación de vapor y ofrece un aroma algo "alcanforado" muy característico. Es incoloro o de color muy claro. En cuanto al rendimiento, 100 kg. de hojas suelen ofrecer 800 ml. de aceite esencial. 


Destacamos de sus propiedades: 
-Antivírico excepcional, sobre todo para las vías respiratorias y para el tratamiento del herpes, ayudando a acelerar el proceso de cicatrización y curación local.
-Antiinfeccioso señalado con actividad antibiótica, evitando los riesgos de sobreinfección tras una afección viral.
-Refuerza el sistema inmunitario a través de la estimulación de las glándulas suprarrenales, los órganos responsables de la respuesta inmunitaria. 
-Útil para acompañar procesos de congestión nasal y facilita la expectoración.
-Neurotónico, es energizante, pero no excitante. Ayuda a encontrar el equilibrio nervioso y facilitando los procesos contra la depresión. 
-Antiálgico y antiespasmódico.
-Buen descontracturante muscular. 

No se han descrito contraindicaciones para este aceite esencial. 

Las vías respiratoria, oral, rectal y cutánea son las apropiadas par el uso de este aceite esencial. No nos debe faltar en casa, puesto que su eficacia, inocuidad y tolerancia cutánea lo hacen especialmente útil para las "epidemias" de toda la familia, desde los más jóvenes de la casa, hasta los más mayores. 

Si actualmente y afortunadamente no estás pasando por ningún proceso vírico, pero sí sientes y necesitas estimular tu sistema de defensas, puedes realizar la siguiente propuesta: en un bote de 10 ml., mezcla a partes iguales aceite esencial de ravintsara con un aceite base vegetal. De esta mezcla, todos los días durante 3 semanas, aplícalo realizando un masaje en la planta de los pies y a lo largo de la columna vertebral. 

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