Lavandula angustifolia Mill. 1768, se trata de la lavanda fina, también llamada Lavandula vera DC. 1815 o Lavandula officinalis
En palabras del farmacéutico experto en aromaterapia
científica Dominique Baudoux: "el gran número de indicaciones tratadas por
este aceite esencial lo sitúa como una panacea universal".
La lavanda se encuentra en las montañas bajas del mediterráneo, con flores
pequeñas y hojas de un olor muy agradable. Entre sus propiedades terapéuticas destaca que es un potente antiespasmódico,
además de contar con propiedades calmantes y sedantes. Es cicatrizante y
regenerador cutáneo además de características analgésicas importantes. Hipotensor,
antimicrobiano y antiséptico: ¿qué más podemos esperar de ella?
Todas estas virtudes la indican especialmente para el tratamiento de calambres,
contracturas y contracciones musculares. Además, no debemos olvidar su gran
utilidad para tratar el estrés, la agitación o el insomnio. Incluso sería de
ayuda en situaciones de picor, quemaduras, úlceras o llagas. Nuestra recomendación: dos gotas de lavanda en un pañuelo de tela colocadas
sobre la funda de la almohada para favorecer un sueño más rápido y reparador.
Si tienes cualquier duda, consúltame.
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